Guacamole Clásico

Guacamole Clásico

¡Hola, amantes del buen comer! Hoy en Mesa Nativa queremos compartirles una receta fácil y deliciosa que nunca pasa de moda: el guacamole clásico. Pero como siempre, le vamos a dar un toque especial con ingredientes frescos y locales que elevan el sabor a otro nivel. Perfecto para acompañar tacos, nachos, o simplemente disfrutar con unas tortillas crujientes.

Ingredientes (para 4 personas):

  • 3 aguacates Hass bien maduros (¡como los de Mesa Nativa!)
  • 1 tomate maduro, cortado en cubos pequeños
  • 1/2 cebolla morada, finamente picada
  • 1 chile jalapeño (opcional si te gusta el picante)
  • El jugo de 2 limones frescos
  • Cilantro fresco, picado al gusto
  • Sal marina al gusto
  • Pimienta negra recién molida
  • Un toque especial: Añade una pizca de ajo en polvo para darle más profundidad al sabor

Instrucciones:

  1. Prepara los aguacates: Corta los aguacates por la mitad, retira la semilla y con una cuchara extrae la pulpa. Coloca en un tazón grande y aplástalos con un tenedor hasta obtener una mezcla cremosa pero con algunos trozos para textura.
  2. Agrega los ingredientes frescos: Incorpora el tomate, la cebolla morada y el chile jalapeño (si decides usarlo). Estos ingredientes le darán frescura y un crujiente delicioso a tu guacamole.
  3. El toque de acidez: Exprime el jugo de los limones sobre la mezcla. La acidez del limón no solo le da un toque refrescante, sino que ayuda a evitar que el aguacate se oxide y se ponga oscuro.
  4. Sazona: Añade la sal marina, la pimienta negra recién molida, y la pizca de ajo en polvo para potenciar los sabores. Ajusta a tu gusto.
  5. El toque final: Añade el cilantro fresco picado justo antes de servir. Mezcla bien y asegúrate de probar. ¡Siempre puedes ajustar los ingredientes según tu gusto personal!
  6. ¡A disfrutar! Sirve tu guacamole en un tazón bonito y acompáñalo con totopos crujientes, tortillas, o incluso como guarnición para tus platillos favoritos.

Tip:

Si te sobra guacamole (aunque es difícil que eso pase), guárdalo en un recipiente hermético con una capa fina de jugo de limón o una envoltura plástica pegada directamente sobre la superficie del guacamole para evitar que se oxide.

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